domingo, 6 de julio de 2008

Las diversas formas de fosilización.

En ámbar.



Los restos de animales y plantas no sólo han podido fosilizarse de materia mineral, sino también y de manera excepcional, con otras substancias como fueron las resinas exudadas por árboles del pasado. Estas resinas, como bien se sabe, una vez depositadas en el suelo y luego sepultadas por otros sedimentos y bajo grandes presiones, fueron transformándose en ámbar, guardando en su interior los restos de pequeños animales (principalmente insectos) y plantas que atraparon ya sea en su caída desde las ramas o descenso por los troncos hasta el suelo.

Entre los yacimientos más conocidos se encuentran los del mar Báltico con una antigüedad de unos 45 millones de años.

En la foto, un pequeño insecto nematócero procedente de los depósitos bálticos.

Fósiles.



Nada sabríamos del pasado biológico de nuesto planeta de no ser por los fósiles. Vestigios venidos de remotos tiempos que aportan poca o mucha información que nos permite conocer, junto con la Geologia, las rutas por las que la vida se ha ido abriendo paso en la Tierra.



A pesar de su buena o mala preservación, de su belleza o desfiguración, los fósiles nos hablan de las variadas formas de vida ocurrida en los distintos tiempos de un ayer ya inexistente. Abren puertas a la imaginación, nos trasladan a otras épocas y también nos exponen ante el enorme misterio de la existencia de los seres.

Los fósiles podrán ser considerados como objetos bellos, interesantes, curiosos, atractivos, pero desde su pétreo interior nos llaman a la reflexión.

Si alguno de vosotros estáis interesados en este fascinante tema, no dudéis en expresar vuestras ideas y opiniones.

Seran bienvenidas.



FOTO: Diplomistus dentatus. Green River. Eoceno. USA