martes, 8 de julio de 2008

Fósiles excepcionales.


En según que ambientes lénticos, se depositan sedimentos muy finos. Es el caso de los lagos, lagunas y zonas palustres. Las criaturas que viven en sus aguas y en sus inmediatos alrededores, al morir sus restos pueden quedar sepultados en esos légamos del fondo más profundo, en donde las bacterias aerobias no pueden vivir y por tanto, la descomposición de los cadáveres se enlentece y puede incluso detenerse, lo cual facilita el proceso de fosilización.

Los fósiles recuperados de antiguos lodos lagunares, ahora lajas de dura consistencia, pueden alcanzar una preservación extraordinaria, la cual permite el estudio de muchos detalles de la flora y fauna de la paleobiota.

Las plumas de la fotografía son un claro ejemplo de exquisita preservación, en donde con la lupa binocular, pueden observarse los detalles de las barbas y bárbulas.

El ejemplar procede de los yacimientos de calizas litográficas del Montsec, depósitos que representan antiguas cuencas lagunares existentes en los tiempos del Cretácico inferior, con una edad aproximada de unos 120 millones de años.


La presencia de plumas aisladas en yacimientos mesozoicos no significa, en la actualidad, que tales restos fanéricos pertenezcan a aves, pues en la última década, fósiles chinos de las zonas de Liaoning muestran restos esqueléticos de pequeños dinosaurios portadores de plumas que no se incluyen entre las aves remotas.
Ejemplares depositados en el I.E.I.




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